Lo que he hecho es mostrar que es posible que la forma en que comenzó el universo esté determinada por las leyes de la ciencia. En ese caso, no sería necesario apelar a dios para decidir cómo comenzó el universo. Esto no prueba que no exista dios, sólo que dios no es necesario.
La belleza debe apelar a los sentidos, nos debe proporcionar un goce inmediato, nos debe impresionar e insinuar sin ningún esfuerzo de nuestra parte.
La televisión, por contra, presenta a sus espectadores una representación de la realidad mucho más formada, sin requerir la colaboración creativa que las palabras siempre han exigido.
Desde entonces Dios ha establecido tal diferencia natural entre el hombre y la mujer, y puesto que vuestra majestad sobresale tanto en sabiduría mientras que yo soy tan inferior en todo sentido a vos, ¿cómo va vuestra majestad a requerir mi opinión en cuestiones religiosas tan complejas?'.
Si deseáis perfeccionaros, la mejor manera de hacer es solicitar la opinión de los otros y buscar sus críticas. La mayor parte de las personas intentan perfeccionarse fiándose en su sola facultad de apreciación. El único resultado que consiguen es que no hacen progresos significativos...Los hombres que buscan las críticas de los demás son ya superiores a ellos.
Tres son los medios de atraerse la ruina: las mujeres, el juego y solicitar ayuda de los expertos
En las arengas destinadas a persuadir una colectividad se pueden invocar razones, pero antes hay que hacer vibrar sentimientos.
Si queréis mi vida por invocar los principios del socialismo y de la anarquía, como yo entiendo y creo honradamente que los he invocado en favor de la humanidad, os la doy contento y creo que el precio es insignificante ante los resultados grandiosos de nuestro sacrificio.
En última instancia, la mejor biografía de un autor es su obra, no el conjunto de las acciones, en el fondo análogas a las de cualquier otro (comer, dormir, amar, acudir a una u otra tertulia, ir a la oficina o donde sea), que a diario se ve obligado a realizar.
Salvador Dalí sedujo a muchas mujeres, en especial a mujeres norteamericanas; pero estas seducciones acostumbraban habitualmente a consistir en hacerlas acudir a su apartamento, desnudarlas, freír un par de huevos, colocarlos en los hombros de la mujer y ponerla de patitas en la calle sin haber articulado ni una sola palabra.
Los únicos procedimientos de que puede valerse un pueblo para protegerse a sí mismo, contra la tiranía de gobernantes que cuenten con fuerzas modernas de policía, son los procedimientos no violentos, como la no cooperación en masa y la desobediencia civil.
Los jóvenes deben esforzarse en aumentar siempre su determinación y su valentía. Esto sólo podrá hacerse cuando la valentía esté enraizada en el corazón. Cuando el sable está roto, hay que atacar con las manos. Cuando las manos están amputadas, hay que servirse de los hombros. Cuando los hombros están cortados, hay que morder el cuello de diez o hasta de quince enemigo. Esto es realmente valentía.
El hombre realiza objetos para servirse de ellos, por eso las medidas están en relación con su cuerpo.
¿Cómo no me suicido frente a un espejo/ y desaparezco para reaparecer en el mar/ donde un gran barco esperaría/ con las luces encendidas?
La homosexualidad es un desorden objetivo. La Iglesia Católica debe acoger con respeto, compasión y delicadeza a todas las personas homosexuales, pero exigiéndoles también que vivan en castidad.
Procuraba que no pasara día sin hacer una buena acción, o acoger en su casa a una persona desgraciada o víctima de una injusticia. De su amor por el bien y de su generosidad se hubiera podido deducir que era rico en dinero y propiedades, cuando la realidad era que no poseía nada, salvo la casa de la derecha del callejón y un trozo de tierra en el campo.
En la ciencia suele ocurrir que un científico diga: Es un buen argumento, yo estaba equivocado ́, cambie de opinión y desde ese momento no se vuelva a mencionar la antigua posición. Realmente pasa. Aunque no lo frecuentemente que debería ya que los científicos son humanos y el cambio es a veces doloroso. Pero ocurre cada día. No recuerdo la última vez que algo así pasó en política o religión
Nos movíamos con precaución porque todos nosotros, incluso en nuestra locura, sabíamos que había ocurrido algo presentíamos que aún iba a ocurrir algo más.