La cruz es de Dios, y no debemos sólo mirarla sino conformarnos con ella, como haríamos con una persona con la que nos viéramos obligados a convivir. Sin pensarlo más, hay que cargar con ella dulcemente, tomando las cosas con sencillez, como venidas de la mano de Dios, sin más reflexiones. Desnudez y pura simplicidad de espíritu
Cristo, en efecto, sólo por amor llevó a la cruz en su cuerpo el peso de nuestros pecados.
Pero el de barón parece que fue un titulo de los titulos galos, y significa gran hombre. Tales eran los hombres del rey o del principe que formaban su guardia personal en la guerra personal.
Cuando el derecho de pertenencia no se basa simplemente en el título de ciudadanía, y tiene alguna componente añadida, que puede ser étnico, cultural, de cualquier naturaleza, entonces empieza a ser peligroso porque empieza a ser excluyente de los otros.
Quitarle al objeto su envoltura, demoler el aura, es signatura de una percepción cuya sensibilidad para lo homogéneo crece tanto en el mundo que, a través de la reproducción, lo localiza hasta en lo irrepetible.