Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad.
Nada poseemos en el mundo porque el azar puede quitárnoslo todo, salvo el poder de decir yo. Eso es lo que hay que entregar a Dios, o sea destruir. No hay en absoluto ningún otro acto libre que nos esté permitido, salvo el de la destrucción del yo.
El estilo es el hombre.
Soy un seguidor decidido de los principios del veganismo y no por razones morales o estéticas. Realmente creo en el estilo de vida vegetariano depositando mi fe y mis esperanzas en un cambio del destino de la humanidad debido a los efectos y beneficios físicos que una dieta mas saludable puede tener sobre el carácter de las personas. Todo esto reanudará en un mejoramiento de la sociedad humana.
No se ha destruido la fuerza del futuro: lo que ocurre es que éste ya no es ideológico-político, sino que se sustenta en la dinámica técnica y científica.
Las actividades industriales de la Nación han de ser desarrolladas racionalmente y en particular aquellas que posibiliten el máximo aprovechamiento de los recursos naturales y de la producción primaria en condiciones estables de eficiencia técnica y económica.
Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola concedía a un objeto particular, por más que me interesase: el bien público estaba a todos instantes ante mi vista.
Divida las ganancias con sus colaboradores, y trátelos como socios. Ellos también lo tratarán como socio, y juntos tendrán un desempeño muy superior a las expectativas
Identificar a la Falange con el Movimiento a estas alturas, no puede ser más que una maniobra interesada. Los que, históricamente o no, fueron falangistas y son del Movimiento, son del Movimiento pero no son falangistas.
Ustedes vieron que los paisajes pueden alterarse no solamente por una maniobra del cielo, sino por una maniobra que aunque también es del cielo porque de ahí venimos, es una maniobra de nosotros los seres humanos. Las ciudades se desvanecen, se pueden destruir, se pueden sepultar... Pero hay algo que es inefablemente no cambiante, que es nacer.