El corazón de cada uno es un mundo aparte, y pretender definir el amor, esto es, todos los amores, supone para todo aquel que ha vivido, una pretensión insostenible.
pretender que los hombres sean perfectos dentro de los elementos de la conducción sería pretender lo imposible. ¡Lo que nosotros tenemos que tratar es que sea perfecta, a pesar de los defectos de los hombres!
Tenemos derecho a aspirar el perfume de este otoño y pedirle a la noche un sueño. ¿Puede enfermar un sueño como los soñadores? Otoño, otoño. ¿Puede nacer un pueblo sobre una guillotina? Tenemos derecho a morir como queramos, para que la tierra pueda ocultarse en una espiga.
Desear es obtener; aspirar es alcanzar.
El ideal de una persona no servirá para otra. Quien abrigue un ideal que no pueda alcanzar, se sentirá decepcionado. Deberías tener tu propio ideal. Puedes alcanzarlo ahora o dentro de diez años. No importa demasiado. Todo el mundo debiera tratar con su mejor empeño de vivir de acuerdo con este ideal. Toda tu energía, fuerza nerviosa y voluntad han de ser puestas al servicio de este ideal.
El secreto de un buen discurso es tener un buen comienzo, y un buen final, y luego tratar de que ambos estén lo más cerca posible
No debemos desear lo imposible.
Los difuntos están felices. Son los deudos los que se afligen por la persona que murió. La propia existencia es evidente con o sin el cuerpo. ¿Por qué, entonces, uno debería desear que las cadenas corporales continúen? Que el hombre busque a su Yo subyacente, que muera y que sea inmortal y feliz.
Mi amor por ti es mucho más que amor, es algo que se amasa día a día, es proyectar tu sombra junto a mí, hacer con ellas una sola vida.
Temo que no haya nada bueno en este mundo si no es componer arias, erigir torres, proyectar jardines, hacer colecciones de muebles en estilo japonés y escribir relatos de viajes a China o a la Luna.
No existe la competencia en la literatura, eso se da tal vez en la economía, en el deporte, pero en la literatura no, porque hay una persona que se llama lector, que va a decidir si quiere leer ese libro o no y en eso es muy poco lo que se puede hacer para influir.
Cuando un hombre y una mujer se casan, forman un solo ser: la primera dificultad está en decidir cuál es
Las cosas fabricadas han perdido la noble indiferencia por las esferas de la riqueza y la pobreza. Cada cosa hoy deja su impronta sobre su propietario, que no tiene ya otra elección que presentarse como un pobre diablo o, al contrario, como especulador.
Hay que presentarse ante los enemigos y ponerles buena cara; si no, creen que se les teme y eso les hace intrépidos.