La crisis y, paralelamente, la acción concienciadora de las fuerzas de vanguardia conducirán indudablemente a generalizar la toma de conciencia y a plantear en términos más claros el conflicto entre la gran mayoría de la sociedad y los actuales poderes del Estado.
Del mismo modo, tampoco la idea de la necesidad histórica menoscaba en nada el papel del individuo en la historia: toda la historia se compone precisamente de acciones de individuos, que son indudablemente los actores.
Obedecer es el deber nuestro, es nuestro destino, y aquel que no quiera someterse a la obediencia será necesariamente despedazado.
Todo lo que ocurre, ocurre. Todo lo que, al ocurrir, origina otra cosa, hace que ocurra algo más. Todo lo que, al ocurrir, vuelve a originarse, ocurre de nuevo. Aunque todo ello no ocurre necesariamente en orden cronológico