Creo que hay que apretar todos los botones de los que uno dispone inteligentemente (...) Es necesario desplegar toda la potencialidad política, toda la potencialidad social y toda la potencialidad cultural. No hay que dejar ningún botón, por poco importante que sea, que no sea activado, siempre que se pueda activar visto el cálculo de riesgo...
Si vienen aquí con una pistola y la sostienen en mi cabeza, mejor deberían asegurarse de pueden apretar el gatillo. Y deberían asegurarse de que tienen balas, porque si las olvidan, que tengan cuidado.
Por otra parte, sí no queremos confundir las enseñanzas eternas con aquellas que sóplo podían ser útiles por algún tiempo o para unos pocos, conviene saber también en que ocasión, en qué época y para qué nación o qué siglo fueron escritos todos esos documentos.
Por de pronto, no hay que confundir la soledad con la falta de compañía
En Jamaica, cuando eres niño aprendes a liar porros, todo el mundo prueba marihuana, yo también lo hice cuando era muy joven
La revolución comienza en casa, en tu corazón, en tu negativa de comprometer tu fe y lo que vales.
La política fue en principio el arte de impedir a la gente meterse en lo que le importaba. En una época posterior agregósele el arte de comprometer a la gente a decidir sobre lo que no entiende
Cualquier músico, en algún momento de su vida, tiene que empeñar su instrumento si quiere cenar caliente y dormir a cubierto.
¡Cielos! me decía, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?
Me subo a la moto y atravieso las calles en donde gente más extraña que tú y que yo se prepara para pasar un sábado divertido, un sábado a la altura de sus expectativas, es decir un sábado triste y que no llegará jamás a encarnarse en lo que fue soñado, planeado con minuciosidad, un sábado como cualquier otro, es decir un sábado peleón y agradecido, bajito de estatura y amable, vicioso y triste.
Durante la guerra, dice Jenofonte, los lacedemonios elevaban siempre sus plegarias a la mañana muy temprano, para anticiparse a sus enemigos y comprometer así a los dioses en favor suyo, por ser los primeros solicitantes.
La revolución comienza en casa, en tu corazón, en tu negativa de comprometer tu fe y lo que vales.
Se debe temer sólo aquello que puede perjudicar a otro; lo demás, no, que no da miedo
La perfección de la propia conducta estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena.
La revolución comienza en casa, en tu corazón, en tu negativa de comprometer tu fe y lo que vales.
La civilización tecnicista necesita de una ética de futuro: frente a las amenazas de destrucción de la vida, hay que reformular nada menos que un nuevo imperativo categórico: no comprometer las condiciones para la supervivencia indefinida de la humanidad en la tierra
En Jamaica, cuando eres niño aprendes a liar porros, todo el mundo prueba marihuana, yo también lo hice cuando era muy joven
No se si me entendéis que no os enamoréis chicos y chicas pillar esto porque lo recordareis
La imperiosa necesidad de subsistir no debe obligar a un hombre a renunciar a su dignidad.
...sólo me gustan las profesiones útiles: todo aquel que no tiene talento más que para fabricar dioses o para matar hombres, me ha parecido siempre un individuo consagrado a la indignación pública y al que se le debe ridiculizar u obligar a que trabaje a la fuerza.
Cualquier músico, en algún momento de su vida, tiene que empeñar su instrumento si quiere cenar caliente y dormir a cubierto.
Y, por tanto, si dos hombres desean una misma cosa que no puede ser disfrutada por ambos, se convierten en enemigos; y, para lograr su fin, que es, principalmente, su propia conservación y, algunas veces, sólo su deleite, se empeñan en destruirse y someterse mutuamente.
A menos que se observe auténtica y no falsamente el principio de no culpar al que habla, será imposible lograr que se diga todo lo que se sabe, y sin reservas.
Quien no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo.
La narración, en general, establece en la experiencia caótica y confusa que tenemos de la vida la sensación de una linealidad, de una causalidad. Uno podría tomar esa metáfora para decir que la política estatal establece ese tipo de tradiciones de organizar un sistema de causalidades y que también podría encontrarse eso en el discurso periodístico.