En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad.
Hablar es el arte de sofocar e interrumpir el pensamiento.
A veces pensamos que hemos escogido el camino correcto y cuando observamos que no es así, no somos capaces de parar y volver al camino. ¿Sabes por qué? Por los egos y el orgullo. Es muy dificil aceptar una equivocación. Además la mayoría de los seres nos dejamos engañar por nuestros pensamientos que se transforman en deseos de alcanzar lo que no tenemos o de estar en otro lugar.
Nuestra patria es una, empieza en el Río Grande, y va a parar en los montes fangosos de la Patagonia.
Podríamos ser inducidos a cuestionarnos si los científicos actuaron con prudencia en la presentación a los estadistas del mundo de este problema. En realidad no había otra opción. Una vez que se adquiere un conocimiento básico, cualquier intento de impedir su realización sería tan inútil como la esperanza de detener la Tierra en su movimiento alrededor del Sol.
Nada sobre esta tierra puede detener al hombre que posee la correcta actitud mental para lograr su meta. Nada sobre esta tierra puede ayudar al hombre con la incorrecta actitud mental
Los hombres pueden hacer leyes para poner trabas y obstaculizar la votación, pero no pueden impedir o retardar el crecimiento y la maduración de nuestra conciencia
La función biológica de la razón es el preservar y el promover la vida y el retrasar su extinción todo lo que sea posible. Pensar y actuar no son cosas contrarias a la naturaleza; son, más bien, las características sobresalientes de la naturaleza del hombre
El objeto de una muralla es el de retrasar todo lo posible al enemigo mientras se encuentra en posición peligrosa y permitir al defensor bombardearle debidamente protegido.
Tenemos ganas de jugar, de ganar, de que empiece el partido. Ahora mismo vamos a descansar y cuando llegue vamos a estar preparados al 100% para un partido histórico. Hablando un día previo a la final que le dió a España la Copa del Mundo Sudáfrica 2010
Cuando lo superficial me cansa, me cansa tanto, que para descansar necesito un abismo.