Todo su empeño se concentraba ahora en camuflar su conflicto interior. Debía representar el papel de la anfitriona atenta; departir con todos los presentes; brillar como llama de alegría y gracia.
La inteligencia no es más que saber conversar de unas cosas y otras con los demás, consiguiendo con ello una sabiduría infinita.
Con esta disposición de ánimo, determiné un día refugiarme en la soledad y evitar todo contacto con los hombres. Me dirigí a cierto paraje, no lejos del mar. (...) Me gusta pasar así el rato: puedo conversar conmigo mismo sin estorbo. Para quien ama la meditación no hay parajes tan propios como éstos.
En la concepción relativista, dialogar significa colocar la propia fe al mismo nivel que las conviciones de los otros, sin reconocerle por principio más verdad que la que se atribuye a la opinión de los demás.
Escribo porque necesito sacar lo que me pincha el corazón, porque necesito dialogar conmigo mismo.
Yo no hablé si no hasta los 3 años. Mi madre me llevó al psicólogo y él le dijo: Usted no se preocupe que su hija está recopilando información. Un día va a hablar y ya no va a parar
Uno de los más graves errores de la pedagogía moderna es, no querer hablar de las máximas eternas, sobre todo de la muerte y del infierno