Medirá unos 16 centímetros, y es como un colgajo que desciende hasta más abajo del mentón. Es de grosor parejo desde el comienzo al fin; en una palabra, una cosa larga, con aspecto de embutido, le cae desde el centro de la cara.
Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.
A no ser por la mirada de sus ojos, feroces por naturaleza, y por su corpulencia de criminal, hubiera creído tener ante mí a uno de esos trabajadores del puerto que se llaman vagoneros, hombres muy aficionados a la bebida y feroces para el amor en los días de fiesta.
¿Cómo puede haber cansancio cuando está presente la pasión? Oh, no suspires con pesadez por la fatiga: ¡Busca la pasión, búscala, búscala!
A no ser por la mirada de sus ojos, feroces por naturaleza, y por su corpulencia de criminal, hubiera creído tener ante mí a uno de esos trabajadores del puerto que se llaman vagoneros, hombres muy aficionados a la bebida y feroces para el amor en los días de fiesta.