La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones.
Señales son del juicio ver que todos le perdemos, unos por carta de más otros por carta de menos.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
La baraja es como un pajaro, que si lo apretas demasiado lo matas y si lo sueltas por demás se vuela.