Una caridad que le considere como un animal doméstico mimado no será caridad, aunque le trate generosamente
El gusto en literatura se ha vuelto tan doméstico y la aprobación tan dependiente del placer que, para empezar, buscamos al autor en un libro, y en el autor, sus pasiones y sus humores; si éstos son parecidos a los nuestros, los apreciamos; si son distintos, los rechazamos.
En los casos de exterminios masivos de personas la población local no profesa un odio sanguinario contra las mujeres, los ancianos y los niños que van a ser aniquilados. Por ese motivo, la campaña para el exterminio masivo de personas exige una preparación especial. En este caso no basta tan sólo con el instinto de conservación: es necesario incitar en la población el odio y la repugnancia.
Y pasó el hombre sigilosamente, con un poco de asco, mirando a diestra y siniestra, como una reina anciana que visita un hospital. Parecía un tanto avergonzado del espectáculo: de aquellos cajones grises, blancos o negros, que tanto asustan a los hombres, y de aquella luz amarilla y sucia que daba al local cierto aspecto de taberna.
Los americanos, todos: del Norte al Sur, pasando por el Centro y por el Caribe, debemos reencontrarnos con el sueño originario del Nuevo Mundo que llenó de esperanzas a la humanidad
La verdad no pertenece al orden del poder y en cambio posee un parentesco originario con la libertad: otros tantos temas tradicionales en la filosofía, a los que una historia política de la verdad debería dar vuelta mostrando que la verdad no es libre por naturaleza, ni siervo el error, sino que su producción está toda entera atravesada por relaciones de poder. La confesión es un ejemplo.
Toda interferencia gubernamental en la economía consiste en conceder un beneficio no ganado, extraído por la fuerza, a algunos hombres a expensas de otros.
No existe un solo gobierno en la tierra en el día de hoy que satisfaga una razonable proporción de los habitantes del mundo. Muchas de las naciones son gobernadas por dictadores. El mundo entero está prácticamente en bancarrota. Hombres prominentes del mundo han avanzado varios planes y métodos para una reforma gubernamental pero estos esfuerzos se han probado abortivos.
El poder estatal moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa.
El ideal sería combinar democracia con socialismo. Esta combinación podría llamarse democracia socialista, que debe distinguirse de la socialdemocracia o socialismo débil, que, de hecho, no es sino capitalismo con red de seguridad, también llamado socialismo estatal o de arriba. En suma, tanto la democracia como el socialismo son totales o no son auténticos.