Este orden del mundo, el mismo para todos, no lo hizo Dios ni hombre alguno, sino que fue siempre, es y será, fuego siempre vivo, prendido según medidas y apagado según medidas.
En la oscuridad te llamé, todo era silencio y una brisa que se llevaba la cortina. En el cielo apagado una estrella ardía, una estrella partía, una estrella moría.
Me interesaría trabajar en películas de bajo presupuesto, que no estén condicionadas a ganar 80 millones de dólares en su estreno.
Como el mueble y la tela, tu desnudo ya no tenía imponencia bajo el aire, bajo el alma, bajo nuestras almas. Nosotros ya no entendíamos de aquello. Era el suelo de un ámbito celeste, imponderable. Éramos transparencias altísimas, calientes.
El barco era una ballena agonizante que se retorcía en medio del oleaje.
-Jamás se perdonará al cristianismo el abusar de la debilidad del moribundo para violentar su conciencia y tomar su actitud como pretexto para un juicio acerca del hombre y su pasado.
Es evidente que el fenómeno staliniano, que ha sido una forma de totalitarismo, abundantemente utilizado por la propaganda capitalista, ha debilitado la fiabilidad democrática de los partidos comunistas entre una parte de la población de nuestros países.
Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo.