Ante la obligación de decir también algo sobre mi carácter y mi temperamento, el más indulgente de mis lectores no será ni el menos sincero ni el más falto de ingenio.
Del hablador he aprendido a callar, del intolerante a ser indulgente y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud a esos maestros.
Castigar a uno o dos transgresores para que sirva de ejemplo es más benévolo que ser demasiado compasivo.
Administrad la justicia con ecuanimidad y rectitud y, si es necesario, con rigor y ejemplaridad. Pero cuando la naturaleza de las gentes y las cosas lo permitan, sed también misericordioso y benigno
Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos o cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestras insidias; miradlos como a dioses terrestres, merecedores de estatuas y simulacros.
Admito que es preciso ser virtuoso para ser feliz, pero añadiré que se necesita ser feliz para ser virtuoso
Soy un hombre de fe, de mucha confianza y sobre todo agradecido, es que al menos yo no podría no agradecer todo esto bueno que me pasa, tanto cariño de la gente, tanto amor. Todo esto que vivo lo agradezco a Dios, por supuesto, y le pido que no nos falte salud, trabajo y que todo esto bueno se prolongue lo más que se pueda.
Al terminar un cuento me sentía siempre vaciado y a la vez triste y contento, como si hubiese hecho el amor (....) aunque para saber si era bueno tendría que esperar a releerlo el día siguiente.
Roberto clemente fue para los latinoamericanos lo que Jackie Robinson fue para los afroamericanos en el béisbol. Habló por los latinos; fue el primero en hacer valer sus palabras
El mar me encerraba por todas partes como un abrazo. Bendita sea la vida, la tierra y el cielo, benditos sean mis enemigos, en este instante deseo ser clemente con el peor de ellos y atarle el cordón del zapato.
El tiempo transcurrido en glorificar a Dios y en cuidar la salud del alma, no será nunca tiempo perdido. (San Pio de Pietrelcina, el Padre Pio).
Dulce es el yugo de Jesús, liviano su peso, por lo tanto, no demos lugar al enemigo para insinuarse en nuestro corazón y robarnos la paz. P. pío
Siempre es lamentable que un ser humano llegue a una condición apenas más respetable que la de un animal. Mucho más lamentable es cuando esa persona ha tenido todas las ventajas.
No ignoraba yo el peligro apremiante a que me exponía... me comprometí sin embargo, con votos solemnes, a un estado cuyas reglas creía poder practicar hasta la muerte, independiente de todo humano acontecimiento... De ningún modo temía que las revueltas políticas de la sociedad me hubieran podido ser obstáculo para el cumplimiento de mis votos