Siempre que leo cartas de fans de algún lugar lejano, lloro con lágrimas de alegría. Me llena el corazón y me hace decir: A partir de mañana viviré mi vida al máximo.
Nuestro autor radial vino una vez a verme aquí y se sentó frente a esta ventana y lloró de lo hermosa que encontraba la vista. Pero nosotros vivimos aquí, y al diablo con la vista.