Pienso que el Humanismo está íntimamente unido a la evolución de las personas, a la superación del Ser Humano. Y la razón de mi vida ha sido la superación. Si hubiera elegido ser carpintero, sería un buen carpintero; si hubiera sido electricista, sería ahora un muy buen electricista. Siempre creí que la superación del oficio está ligada a la superación del ser entero
La tumba de los héroes es el universo entero y no está en las columnas recargadas de fastuosas inscripciones.
Dejemos atrás las formas ambiguas que dicen: 'derecho al trabajo' o 'a cada uno el producto íntegro de su labor'. Nosotros proclamamos el derecho al bienestar, el bienestar para todos
Recordemos entre los socialistas utópicos a Spencer (1730-1814), fundador del socialismo agrario, y a William Thompson, que consideró al trabajo fuente única del valor y por tanto, si el obrero crea el valor con su propio trabajo, a él debe corresponderle el producto íntegro de éste.
Se trata pues de hacer del teatro, en el sentido cabal de la palabra, una función; algo tan localizado y tan preciso como la circulación de la sangre por las arterias, o el desarrollo, caótico en apariencia, de las imágenes del sueño en el cerebro, y esto por un encadenamiento eficaz, por un verdadero esclarecimiento de la atención.
La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible.
Dichosos aquellos antepasados nuestros que perdieron su vida por mantener incólume la independencia de Vizcaya (Bizkaia).
¡Quiero escapar indemne del infierno que arde en la trama de tus besos sabios!
Una pequeña nave espacial del tipo Mérida, indemne al parecer, parecía bailar una extraña jiga en el vacío. Una breve inspección realizada por ordenador reveló que la nave se encontraba en buenas condiciones; su ordenador funcionaba, pero el piloto estaba loco.
Quería quitarme un poco de esa imagen que habían creado los medios de mí, virginal y dentro de los artistas de pop chicle
En cuanto al recuerdo de Rodolphe, había descendido a lo más recóndito de su corazón, y allí permanecía, inmóvil y solemne, como momia regia en su subterráneo. De aquel gran amor embalsamado se escapaba un efluvio que, atravesándolo todo, aromaba con su ternura el inmaculado ambiente en que quería vivir.