Una pequeña inexactitud salva un mundo de explicación.
El silencio escuda y suele encubrir la falta de ingenio y torpeza de lenguas.
Las amaba sin piedad. Pues sabía ahora que la finitud, las particularidades mínimas, el torturado equilibrio entre la torpeza y la lucidez eran precisamente la virtud distintiva de estas criaturas, y que evitarles todo esto era aniquilarlas.
Una pequeña inexactitud salva un mundo de explicación.