El amor es una palabra un pedacito de utopía es todo eso y mucho menos y mucho más, es una isla una borrasca, un lago quieto sintetizando yo diría que el amor es una alcachofa que va perdiendo sus enigmas hasta que queda una zozobra una esperanza un fantasmita
La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un porvenir mejor
Y si he de depositar mi confianza en algún sitio, la otorgaría a la psique del observador sensible y libre de las convenciones del entendimiento. No tendría ninguna aprensión respecto al uso que este observador pudiera hacer de estas pinturas al servicio de las necesidades de su propio espíritu; porque, si hay necesidad y espíritu al mismo tiempo, seguro que habrá una auténtica transacción.
Pero en aquellos días yo iba en busca del amor, y me presenté lleno de curiosidad y de la aprensión -no reconocida por mi parte-, de que, allí, por fin, descubriría esa puerta baja escondida en el muro que otros, lo sabía, habían descubierto antes que yo, que llevaba a un jardín secreto y encantado, en alguna parte oculto, sin que ninguna ventana del corazón de aquella ciudad gris se asomara a él.
La artificialidad garantiza el goce de la naturalidad.
El arte consiste en ocultar el artificio
¿Acaso no distinguís entre la devoción y la hipocresía? ¿Queréis tratarlas a ambas con igual idioma y rendir el mismo honor a la máscara que al rostro, igualar el artificio a la sinceridad, confundir las apariencias con las verdades, estimar al fantasma como, a la persona y a la moneda falsa como a la buena?
Al abrirse a una perspectiva diferente, enriquecerá y equilibrará mejor su propio punto de vista.
Cuando trabajas para un estudio, uno es un empleado. La relación es entre alguien que es tu jefe y tu que estás allí solo para hacer un trabajo. Parece un detalle menor, pero no lo es. Todo tiene una perspectiva diferente.
Los buenos curas se ven obligados a echarse fuera de la Iglesia para encontrar un asilo entre los profanos, es decir, entre los confesores de la fe nueva, entre nosotros, anarquistas y revolucionarios, que vamos hacia un ideal y que trabajamos gozosamente en su realización.
Donde está el ideal de ayudar, hay que pagar hasta por respirar, busca otro planeta al que emigrar
Llevar a cabo un acto de bondad al azar, sin ninguna expectativa de recompensa, con la certeza de que un día alguien podría hacer lo mismo para usted.
Tiene una expectativa. Pero la expectativa actúa de maneras misteriosas...Y es totalmente inconsciente.
Cuando uno se complace en el acto de la figuración épica, la verdad es percibida como lenguaje falsario de los traidores.
Cada mónada es una entelequia que sale a la luz en determinadas condiciones. Un estudio del organismo permite estos secretos.
Al escribir esta obra, no he querido añadir nada en absoluto a la belleza de los Diálogos de Platón: no se trata más que de un acto de piedad, de una ensoñación de artista, de un humilde homenaje...La estética de esta obra se consagra a la claridad, la sencillez la acompaña, la dirige. Es todo. No he deseado otra cosa.