Nunca estuve interesada en chicos - y allí había muchos - compitiendo entre ellos para ver quién se llevaba al huerto a más mujeres famosas.
Cuando el sol se pone en una serena tarde, es representativo de que un nuevo día lleno de virtud por haberlo vivido está por finalizar, pero lo más grandioso está por suceder, que otro nuevo día con nuevos retos y metas estará por comenzar, y el te recibirá para que continúes esparciendo la buena semilla que luego te compensará con todo un huerto de satisfacciones realizadas.
Si cultivas con excesivo mimo el jardín secreto de tu alma, puede llegar a hacerse demasiado exuberante, a desbordar el espacio que le corresponde y, poco a poco, a invadir otras regiones de tu alma que no estaban llamadas a vivir en secreto. Y así puede ser que tu alma entera acabe convirtiéndose en un jardín cerrado y, pese a su esplendor y su perfume, sucumba a su propia soledad.
En la actualidad, la misión tradicional de un jardín zoológico (ocio, formación e investigación científica) aún es más importante debido a la progresiva desaparición de animales salvajes y al desarrollo de la cría y estabulación de especies, así como la reintroducción de algunas especies en la naturaleza.
No tengo derecho a dejarme anclar. No tengo derecho a admitir la menor parcela de ser en mi existencia. No tengo derecho a dejarme engullir por las determinaciones del pasado. No soy esclavo de la esclavitud que deshumanizó a mis padres.
Cultivo mi jardín. Y en mi vida profesional como en mi parcela de jardín, ¡tengo muy bien la intención de excluir los nabos!
Al planear la plantación de plantas trepadoras, no sólo se han de tener en cuenta las características del suelo, sino también la altura de crecimiento, es necesario colocar medios auxiliares para cubrir con plantas el muro de un edificio.
El que Parma o España, o cualquier soberano de Europa, se atreva a invadir las fronteras de mi reino; lo cual, si sucediera, antes que una mancha caiga sobre mi honor por mi culpa, yo misma empuñaré las armas, yo misma seré su caudillo y su juez, y sabré recompensar sus virtudes en el campo de batalla.
Era una vida bestial la de esa gente. Vea...Del campo me acuerdo el amanecer, las primeras horas después de almorzar y del anochecer. Son tres terribles momentos de ese campo nuestro, que tiene una línea de ferrocarril cruzándolo, hombres con bombachas parados frente a un almacén de ladrillos colorados y automóviles Ford haciendo línea a lo largo de la fachada de una Cooperativa.