Si hay algo seguro en este apestoso estercolero del mundo, es el amor de una madre. Tu madre te trae al mundo; te lleva primero dentro de su cuerpo mismo. ¿Qué es lo que sabemos acerca de sus sentimientos? Pero, sea lo que sea, lo que ella siente es, por lo menos, algo verdadero.
La medianoche se afeita el hombro izquierdo sobre el hombro derecho crece el pasto pestilente y rico en aglomeraciones de minúsculos carneros vaticinadores y de vitaminas pintadas de árboles de fresca sombrilla con caireles y rulos.
Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.
Es imposible imaginar un espectáculo más nauseabundo que el del plagiador.
El instinto es un consejero leal; en tanto que la pedantería es un aire mefítico que ahoga los buenos sentimientos
Cuando se es joven, es fácil sentirse molesto y protestar por muchas cosas, pero luego uno se da cuenta de que si uno logra controlarse causa menos problemas.
Aprendí mucho a escuchar lo que el estadio dice. ‘A lo loco se vive mejor’, nace de una parte de la hinchada que privilegia las emociones, y creo que al estadio le molestó ese apoyo, porque lo consideró inmerecido. A veces se silba un cambio, a veces silba a alguien que a criterio de la mayoría ha dejado de merecer ese apoyo. Si ilusionar merece ese reconocimiento, desilusionar merece reprobación. Esto que estoy produciendo desilusiona, y tengo que aceptar la reprobación.
Calificando la política republicana de izquierdas: política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta; en sus diarios, una y otra vez, trata a los políticos que le rodean de obtusos, loquinarios, botarates, gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta, insufrible por su inepcia, injusticia, mezquindad o tontería.
Si la suerte nos fuere adversa, nos quedará a lo menos el consuelo de haber hecho nuestro deber. Si nos fuere favorable, quitaremos de sobre nosotros este peso, esta carga insufrible de la ofensa, al mismo tiempo que nos restituiremos en medio de la libertad, y de la paz, precursores necesarios de la civilización, sin las cuales en vano la, pretenderíamos
La vida seria intolerable si la muerte no fuera peor.
A dos cosas hay que acostumbrarse, so pena de hallar intolerable la vida: a las injurias del tiempo y a las injusticias de los hombres
Soy egoísta y egocéntrico. Los otros constituyen, con demasiada frecuencia, un notable y desagradable fastidio.
La arquitectura ha sido siempre una profesión moralista y arrogante. Eso de que nosotros lo hacemos todo bien, pensando lo mejor para el mundo. Y siempre he considerado que era un aspecto muy desagradable de la profesión
La vida humana sería una invención repugnante y bárbara, si estuviera limitada a la vida en la tierra.
Aunque sea cierto que la buena y la mala suerte existen, depender de ellas es una actitud muy cómoda. Sin embargo, aunque pensara así, mi dolor no disminuiría. Desde que me di cuenta de esto, me convertí en una adulta repugnante capaz de compaginar las cosas más absurdas con las de todos los días. Pero me hizo la vida más fácil.
Todo el que infringe la corriente principal de pensamiento, y no me refiero sólo al cine, generalmente es provocativo. Cualquiera que sea la antítesis a la norma y a la forma convencional, se le llama obsceno y provocativo. Así que espero que todas mis películas sean obscenas y provocativas
Es obsceno que las partidas presupuestarias destinadas a la guerra sean superiores que las que van dirigidas a la educación o a la sanidad.
El espectáculo era tanto más repulsivo cuanto que los horribles cadáveres, agitados por el viento, se balanceaban de manera fantástica, mientras buitres atroces los tironeaban para arrancarles jirones de carne; apartando los ojos con espanto, me hundí en el camino de las montañas.
Comer con desgana convierte el alimento en repulsivo manjar.
Sólo los idiotas creen en la realidad del mundo, lo real es inmundo y hay que soportarlo
Serpiente es la soberbia, serpiente es la avaricia, serpiente la lujuria, la ira, y la gula, serpiente la envidia; la pereza no es serpiente porque no pica, es un animal inmundo que duerme en su fango su sueño perpetuo
Más abominable aún que los imperialistas son los hombres de las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos
(..) Ahora empezaba a darme cuenta de cuánto más feliz era esta vida, con todas sus miserias, que la existencia sórdida, maldita y abominable que había llevado en el pasado.
Aquella conversación me estaba interesando cada vez más. Yo era igual de depravado que los demás jóvenes de mi edad, y el carácter abyecto de mi propósito me importaba un ardite ahora que se habían despertado el amor propio y todas las pasiones que se mezclan en este tipo de romances.
La literatura sigue todavía sollozando por dos o tres estúpidos sentimientos artificiales y convencionales, siempre los mismos, empantanada en sus errores metafísicos, embrutecida por la falsa poesía del panteísmo idiota y bárbaro. He llegado a la convicción de que no hay nada más vacío, nada más estúpido, nada más perfectamente abyecto que la literatura