Cada cañón que se hace, cada buque de guerra que se echa al agua, cada cohete que se lanza, significa, a fin de cuentas, que se está robando de los que tienen hambre y no están siendo alimentados. Este mundo armado no solo está gastando dinero. Está gastando... las esperanzas de los niños.
Hay naturalezas nerviosas que se estremecen cuando estalla un cohete y nada sienten cuando truena el cañón. Hay almas que se escandalizan de una falta y no se alarman ante un crimen