Si alguna corporación tiene legitimidad para llamarse academia es la de Televisión.
Mi preferencia es por el tipo de instituciones económicas que han sido llamadas, creo que por Robert LeFevre, agóricas. Bajo las instituciones agóricas casi todo el mundo trabaja por cuenta propia. En lugar de la corporación existen grandes grupos de emprendedores relacionados por el comercio, no por la autoridad. Cada uno vende, no su tiempo, sino lo que su tiempo produce.
La sociedad humana constituye una asociación de las ciencias, las artes, las virtudes y las perfecciones. Como los fines de la misma no pueden ser alcanzados en muchas generaciones, en esta asociación participan no sólo los vivos, sino también los que han muerto y los que están por nacer.
No hay verdadera asociación sino entre hombres libres e iguales.
Nada tan mezquino de miras como un hombre eternamente confinado en la política. Si fiel a su partido, se agita en órbita de microbio, no concibe nada más allá de su grupo y realiza una obra de interés personal o de egoísmo; cuando no, rencores y venganzas; si infiel a sus correligionarios, va de agrupación en agrupación ejerciendo el ignominioso papel de tránsfuga y merodeador público.
Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania
El artista apela a nuestra capacidad para el deleite, para la admiración; a nuestra intuición del misterio que rodea la vida; a nuestro sentido de piedad, belleza y dolor; a la latente sensación de hermandad con todo lo creado, y a la sutil pero invencible fe en la solidaridad que une la soledad de innumerables corazones, y enlaza estrechamente a toda la humanidad.
El comercio une al mundo en una común hermandad de dependencia mutua y de intereses recíprocos.
Inglaterra ha logrado algo: ha inventado y oficializado el concepto de opinión pública, un intento de organizar la ignorancia de la comunidad y elevarla a la dignidad de la fuerza fisica.
Que tienen su premio los que nunca pecan en contra de la estabilidad, aquellos que nunca juegan con el peligroso fuego del matrimonio, cuya vida y matrimonio son sólidamente firmes y al mismo tiempo no están desprovistos de emoción e interés, fundamentalmente porque su trabajo significa algo para la comunidad y para ellos mismos.
Afortunadamente esta revolución no depende de un hombre, hemos pasado etapas y hoy tenemos un liderazgo colectivo que se ha desplegado por todas partes.
Para que el bienestar se transforme en realidad, se necesita que el capital deje de ser considerado como propiedad privada del acaparador. El instrumento de producción debe ser la propiedad común para que el espíritu colectivo saque los máximos beneficios para todos.