Si hubiera que excluir de los puestos de confianza y mando a quienes no pasaban de 44 años, Jefferson no habría podido escribir la Declaración de Independencia, ni Washington mandar el ejército, ni Madison redactar la Constitución..., ni siquiera Colón hubiera podido descubrir América.
Cuando una vida se vuelve impensable o cuando un pueblo entero se convierte en impensable, hacer la guerra resulta más fácil. Los marcos que presentan y sitúan en primer plano las vidas por las que es posible llevar duelo funcionan para excluir otras vidas como merecedoras del dolor.
Si no puedes tener la razón y la fuerza escoge siempre la razón y deja que el enemigo tenga la fuerza. En muchos combates puede la fuerza obtener la victoria, pero la lucha toda sólo la razón vence. El poderoso nunca podrá sacar razón de su fuerza, pero nosotros siempre podremos obtener fuerza de la razón
Escribo porque necesito sacar lo que me pincha el corazón, porque necesito dialogar conmigo mismo.
El problema está en saber el sitio que esos hombres piensan reservar a su pueblo, el tipo de relaciones sociales que decidan instaurar, la concepción que tienen del futuro de la humanidad. Eso es lo que cuenta. Todo lo demás es literatura y mixtificación.
Emil podría estar satisfecho de sí mismo pero, como siempre, no lo está. Todo eso le ha recordado que debe correr más rápido, organizar mejor sus fuerzas, reservar la energía para el final y, sobre todo, estudiar con atención la táctica de sus adversarios para mejorar la suya.
Llamad a vuestras conciencias; meditad un momento sin odio, sin pasiones, sin prejuicios, y esta verdad, luminosa como el sol, surgirá inevitablemente ante vosotros: la revolución es lo único que puede salvar a la República
Todo junto —dice en carta a Santander—, hechos y observaciones, incidentes y accidentes, causas y efectos, todo me confirma en la idea de que Colombia está perdida para siempre; que con dictadura o sin ella, los indios serán indios, los llaneros y los abogados intrigantes. Crea Vd., mi querido general, que nosotros no podemos salvar este nuevo mundo de la anarquía