La guerra de la cristiandad contra el diablo siempre ha sido una pelea contra los instintos más naturales del hombre y una negación del hombre como miembro del reino animal. La idea del cielo es sólo la forma Cristiana de crear un infierno en la tierra
En nuestro video de Don't Cry, y en la pelea que Stephanie (Seymour) y yo teníamos sobre el revólver, tú no necesariamente sabes que es lo que estaba ocurriendo. Pero en la vida real eso sucedió con Erin (Everly, la ex esposa de Axl) y yo. Yo iba a dispararme. Peleamos sobre el arma y finalmente la dejé ganar. Quedé algo afectado mentalmente después de eso
Entre casados de honor, / cuando hay pleito descubierto / más vale el peor concierto / que no el divorcio mejor.
De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.
Marxistas. Pero el concepto de anarquismo de los servicios estatales es un intento de aprovechar para el estado imperialista la vieja disputa entre el marxismo revolucionario y el anarquismo revolucionario. Mas, de acuerdo con esa falsa comprensión del marxismo, Lenin era anarquista y su obra Estado y Revolución sería un libro anarquista.
La disputa con Mourinho, su pregunta y mi respuesta de canalla, pasó a la posteridad. Somos conscientes de que fue un error de ambos y ya está olvidado
Confieso que no me entusiasma el ideal de vida que nos presentan aquellos que creen que el estado normal del hombre es luchar sin fin para salir de apuros, que esa refriega en la que todos pisan, se dan codazos y se aplastan, típica de la sociedad actual, sea el destino más deseable de la humanidad
El literato de puerta cerrada no sabe nada de la vida. La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puertas cerradas.
bronca porque matan con descaro pero nunca nada queda claro, bronca porque roba el asaltante pero también roba el gobernante.
A mí no me importa quién está en el gobierno, yo digo lo que tengo que decir. Si hace las cosas bien, no tengo que aplaudirlo porque para eso está. Yo critico lo mal que hace. Muchos me dicen que vivo tirando la bronca y que no veo lo positivo. Los que gobiernan se postularon para eso y tienen que hacerlo.
Aquí jadeo hasta acabar la sangre clavada en la canción mi lanza triste, hasta que el fruto de su viejo vientre lance al estrago la materna esfinge.
Este aforismo deslumbrador que yo lancé hace bastantes años a la circulación ha tenido tanto éxito que yo mismo me he visto obligado a elogiarlo varias veces: todas las que lo he visto publicado con la firma de otro escritor cuidadosamente puesta debajo