¡Llevemos la luz a la Tierra, seamos la luz de la tierra! Para eso tenemos alas, por eso somos rápidos, severos, viriles, incluso terribles, semejantes al fuego. ¡Qué nos teman quienes no saben calentarse ni alumbrarse con este fuego que somos!
Se detienen ante un quiosco. Le fascinan las portadas de las revistas; como a los niños las estampas. ¡Qué culos, qué tetas! Ahora lo enseñan todo. De gusto, los ojos no envejecen... Pero también cabrea. ¡Pura mentira de papel nada más! calentarse y no tocar; ¡Hace falta ser tan frío como los milaneses para aguantarlo!
La finalidad del artista es enfurecer
El fin último del arte es intensificar e incluso exacerbar la conciencia moral de las personas.
También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca
Me gusta el ballet. Es teatro (...) Hice una especie de ballet simulado y sabía que por entonces introducir una pizca de ballet en el rock'n'roll era algo intolerable. (...) Pero pensé: 'Cantaré mis canciones con un tutú puesto, no me importa'; porque, básicamente, era una manera de indignar y escandalizar.
He temido siempre indignar a la razón, pero nunca a los hombres.
No tratar de no sufrir ni de sufrir menos, sino de no alterarse por el sufrimiento.
El amor es lo contrario de la justicia. Porque la justicia consiste en tratar a cada uno según lo que es; es decir, según su pasado, según lo que ha hecho. El amor rompe estas reglas del juego, estas reglas de orden. El amor es un factor de desorden. Es una apuesta sobre el futuro del hombre. Toda una vida puede ser subvertida por esta apuesta
Desear lo mejor, recelar lo peor y tomar lo que viniere.