Desde que amanece el día puedes pensar: hoy he de encontrarme con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un envidioso y un egoísta
No es que yo fuera mala persona, es que no sabía quién era yo. Y cuando estás en esa cara oscura, estás demasiado ocupada salvándote a ti misma que no puedes ayudar a los demás. Te vuelves muy egoísta