Las personas deben cooperar, trabajar juntas para el bien común, sin excluir a nadie.
A la opinión común no le gusta el lenguaje de los intelectuales. De este modo, a menudo quedó fichado bajo la acusación de emplear una jerga intelectualista. Se sentía entonces objeto de una suerte de racismo: querían excluir su lenguaje, es decir, su cuerpo: no hablas como yo, por tanto, te excluyo.
Tú puedes hacer lo que te propongas. Eres fuerte y capaz. No eres frágil ni quebradizo. Al postergar para un momento futuro lo que quisieras hacer ahora, te entregas al escapismo, a la autoduda, y lo que es peor aún al autoengaño.
El primer gobernante de una sociedad no debe tener más bandera que la ley; la felicidad común debe ser su norte, e iguales los hombres ante su presencia, como lo son ante la ley; sólo debe distinguir el mérito y la virtud para recompensarlos; al vicio y al crimen para procurar su castigo.
No existe la tragedia, sino lo inevitable. Todo tiene su razón de ser: solo se necesita distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo. ¿Que es lo pasajero? Lo inevitable - ¿Y lo definitivo? Las lecciones de lo inevitable.
Es necesario diferenciar las cosas: lo que siempre existe sin haber nacido, y lo que siempre está comenzando sin jamás llegar a ser.
Vivir como si se estuviera soñando, y soñar con la intensidad propia de una vivencia. Intentar diferenciar ambas cosas, carece del menor de los sentidos, pues son una sola y la misma. La Gloria sea con aquellos que sueñan como yo.
Enséñame a comer en otras manos, a no escribir poemas con tu huella, a apagar toda luz que tú encendiste, a separar el ruido de tu nombre de las cosas soñadas, de las cosas queridas.
Por eso estoy hablando con usted. Usted es una de esas raras personas que son capaces de separar sus observaciones de sus prejuicios. Usted ve lo que es, mientras que la mayor parte de la gente ve lo que espera ver.
La regla ética impone separar el propio interés frente al interés general, y retirarse ante el acoso porque lo principal es el servicio público y el deber republicano
El cuerpo debe estar en perfectas condiciones. Si se deteriora el cuerpo, se deteriora el ajedrez. No se puede separar el cuerpo y la mente.