No enseñarle a un hombre a quien se le puede enseñar es malgastar a un hombre. Enseñar a un hombre a quien no se le puede enseñar es malgastar palabras. El verdadero sabio no malgastará ni hombres ni palabras.
Un minuto que pasa es irrecuperable. Conociendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas?
Tu sueñas con ser Don Juan, derrochar champagne... yo prefiero ver a quien no tiene y darle pan
Pero mientras las dos terceras partes del mundo están subdesarrolladas, ¿Cómo vamos a derrochar grandes cantidades en la construcción de templos de piedra olvidando a Cristo vivo, presente en la persona de los pobres?
El pasado es una especie de lámpara puesta a la entrada del porvenir para disipar una parte de las tinieblas que lo envuelven.
Nada más doloroso a su vista, y a la de todos sus facciosos, que el ver marchas (con pasos majestuosos) esta legión de valientes patriotas, que acompañados con vosotros van á disipar sus ambiciosos proyectos: y á sacar a sus hermanos de la opresión en que gimen, bajo la tiranía de su despótico gobierno.
El enemigo trata de destruir nuestra base de apoyo mediante ataques militares y bloqueo económico; nos preparamos ahora para desbaratar sus ataques.
La fama es ridícula, pero es como una moneda que debes gastar sabiamente.
Tiene que encontrar más y mejores maneras de ocupar su tiempo. Su tiempo, qué idea tan absurda, como si le hubieran dado una caja de tiempo que le perteneciera sólo a él, llena hasta el borde con horas y minutos, que pudiera gastar como si se tratara de dinero. El problema es que la caja está agujereada y el tiempo se le escapa, haga lo que haga con él.
No enseñar a un hombre que está dispuesto a aprender es desaprovechar a un hombre.
La arquitectura es el arte de desperdiciar el espacio.
Perder el tiempo soñando con la persona que uno quisiera ser es desperdiciar la persona que uno es
Quédate ahí en medio de las prisas, envuélveme en caricias, los besos que te di y déjame perder el equilibrio jugando a darte el mundo y a hacerte sonreír.
A los 18 años la gloria no me cayó del cielo. Pasé por un montón de cosas antes de Oasis; sé lo que es vivir con 30 libras por semana. Así que no voy a perder la cabeza, eso se lo dejo a los otros
Trabajamos para comer para obtener la fuerza para trabajar para comer para obtener la fuerza para trabajar para comer para obtener la fuerza para trabajar para comer para obtener la fuerza para trabajar.
Lo bonito de viajar y comer en culturas distintas está en buscar lo bueno de cada sitio, lo nuevo, y disfrutar del momento.
La felicidad se apoya en los pilares fundamentales: tomar la vida como un juego y prodigar amor a los demás.
Estudiar equivale a pulir la piedra. A fuerza de cultivarla, se purifica el espíritu.
Yo consideraba que mi principal misión consistía en pulir mi estilo de juego, en aprender a llevar al tablero planes de largo alcance, sutiles maniobras de posiciones, y jugar con mano firma complejas combinaciones.
El régimen de Franco no acometió la represión de posguerra con el objeto de liquidar a la izquierda, sino de darle un escarmiento.
Regresó y de nuevo volvió a la fábrica. No contaba nada. Pero yo en la escuela a todos les decía orgulloso que mi papá había vuelto de Chernóbil, que había sido liquidador, que son los que habían ayudado a liquidar el accidente. ¡Unos héroes eran! Y los demás chicos me tenían envidia. Al año mi papá se puso enfermo.