Se puede adquirir conocimientos y conciencia a lo largo de toda la vida, pero jamás en ninguna otra época de su existencia una persona volverá a tener la pureza y el desinterés con que, siendo joven, se enfrenta a la vida.
La pasión femenina es una selva oscura nunca explorada del todo, selva hecha a la vez de desinterés infinito y de ímpetu celoso de la posesión exclusiva.
Pero los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones naturales, para acercarlas a nosotros, es tan estéril como renegar de nosotros mismos para borrar la distancia que nos separa de tal o cual ser.
La cortesía ha sido definida, algo cínicamente, como un artificio de las personas inteligentes para mantener a cierta distancia a los necios
Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia
El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.
La democracia directa o autogestión impide la creación de una clase política, los notables, constituida por los cargos electivos (desde los sindicatos a los concejales y parlamentarios) que sin el control de base, suele conducir a un distanciamiento entre elegidos y electores, que no tienen posibilidad de volver a opinar en cuatro o cinco años en que se celebren las próximas elecciones.
La experiencia nos enseña que una época posterior está en mejores condiciones de juzgar con imparcialidad, ya que al presente le falta el distanciamiento necesario para tener una visión objetiva del conjunto.
Identificar claramente los amigos y los enemigos de las fuerzas populares es un punto de partida indispensable para una política revolucionaria. Toda confusión, la confianza en los enemigos y el alejamiento de los amigos constituyen un debilitamiento enorme para la clase obrera y el pueblo
Cuando un amante trata de crueldad la esquivez de su amada o el gusto de ella en hacerle sufrir, esto no es verdaderamente una hipérbole
Un Avemaría dicha de todo corazón y con desprendimiento tiene más fuerza y bondad que mil salterios dichos de cara a la exterior.
La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con dios.
Sufrir percances no es sufrir una desgracia; pero soportarlos con abnegación es una virtud meritoria.
La abnegación no cambia de valor porque cambie de causa.
Quien en nombre de la libertad renuncia a ser el que tiene que ser, ya se ha matado en vida: es un suicida en pie. Su existencia consistirá en una perpetua fuga de la única realidad que podía ser.
¿Cuán feliz es la suerte de la inocente vestal? Al mundo olvida y el mundo la olvidó. El eterno resplandor de la mente inmaculada acepta todas las plegarias y renuncia a todos los deseos
Saluda a la ingratitud como una experiencia que enriquecerá tu alma.
El poder cree que las convulsiones de sus víctimas son de ingratitud
La competencia por alcanzar riquezas, honores, mando o cualquier otro poder lleva al antagonismo, a la enemistad y a la guerra. Porque el modo como un competidor consigue sus deseos es matando, sometiendo, suplantando o rechazando a quien compite con él.
La competencia por alcanzar riquezas, honores, mando o cualquier otro poder lleva al antagonismo, a la enemistad y a la guerra.
La propia posición de nuestra escuela, generalmente maravillada ella misma por la sonoridad de la palabra, por la memorización de los fragmentos, por la desvinculación de la realidad, por la tendencia a reducir los medios de aprendizaje a formas meramente nacionales, ya es una posición característicamente ingenua.
No tiene, pues, Amor ni tu belleza o dureza o fortuna o gran desvío la culpa de mi mal, destino o suerte; si en tu corazón muerte y piedad llevas al tiempo, el bajo ingenio mío no sabe, ardiendo, sino sacar de ahí muerte
Aquel que en toda cosa está instruido, varón será perfecto y acabado; siempre aconsejará lo más valido. Bueno también será el que, no enseñado, en el tratar sus cosas se rigiere por parecer del docto y buen letrado. Mas el que ni el desvío lo entendiere, ni tomare del docto el buen consejo, turbado terná el seso y mientras fuere, será inútil en todo, mozo y viejo