Hace dos años cuando ganamos la Eurocopa, me acuerdo que nadie hablaba de nosotros y lo que hicimos fue ir poco a poco, partido a partido, siendo humildes, estando siempre en segunda fila y creo que tenemos que ir con la misma mentalidad.
Nos convertimos en esfinges, aunque falsas, hasta el punto de no saber ya quiénes somos. Porque, por lo demás, lo que somos es esfinges falsas y no sabemos lo que realmente somos. El único modo de que estemos de acuerdo con la vida es que estemos en desacuerdo con nosotros. Lo absurdo es lo divino.
Las leyes y las constituciones que por la violencia gobiernan a los pueblos son falsas. No son hijas del estudio y del común asenso de los hombres. Son hijas de una minoría bárbara, que se apoderó de la fuerza bruta para satisfacer su codicia y su crueldad
Hoy día es frecuente que se vea al votante más que nada como un blanco fácil para la manipulación de los que buscan su consentimiento para ejercer el poder.
La finalidad de Hitler era en primer lugar mover a las masas y, luego, una vez apartadas las masas de sus fidelidades y su moral tradicionales, imponerles (con el hipnotizado consentimiento de la mayoría) un nuevo orden autoritario de propia creación personal.
Sólo si uno acepta las peores vicisitudes, no sólo con resignación, sino con aquiescencia radiante, puede obtener la libertad.
Majestad, le decía al cobardón español en Cartagena con la aquiescencia de García Márquez, primer lambeculos de tiranos y granujas con poder que hoy tiene América. (Revista Soho: Por el desafuero), Soy colombiano y todo se torna muy confuso, debido al interés personal de muchos compatriotas guerreristas y desconocedores del sufrimiento del pueblo indigente, los de abajo
En nuestra organización social actual, la aprobación del público resulta crucial para cualquier proyecto de gran calado. De ahí que un movimiento digno de todos los elogios puede fracasar si no logra imprimir su imagen en la mente pública.
La búsqueda de la aprobación se convierte en una zona errónea sólo cuando se convierte en una necesidad en vez de un deseo.
De repente, volvió a abrir los ojos. Algo hizo que la bicicleta se detuviese en seco y lo último que recordaba era la tierra que se le venía encima a toda velocidad.
¡Le va a subir el IVA a este niño que venía aquí! ¡Los chuches! ¡Va a subir el IVA de los chuches!
Lo que el escritor pide al lector no es tanto su beneplácito como su atención.
Por estar en conformidad con el Tao, es eterno, y toda su vida está protegida de daño
Los políticos totalitarios exigen obediencia y conformidad en todas las esferas de la vida, incluso, por supuesto, la religiosa. Su propósito es utilizar la religión como instrumento de consolidación social, como una contribución a la mayor eficiencia militar del país. Por este motivo, la única clase de religión que fomentan es estrictamente antropocéntrica, excluyente y nacionalista.