El único sentido que me queda es el sentido pésame
Aquello fue tan triste y tan negro como una visita de pésame en el Níger, y sólo bajo juramento podía creerse que se trataba de la primera audición de una comedia cómica que justamente un año más tarde, había ya recorrido triunfalmente todos los escenarios de España
Hago saber a los paisanos criollos, que viendo el yugo fuerte que nos oprime con tanto el pecho, y la tiranía de los que corren con este cargo sin tener conmiseración de nuestras desdichas y exasperado de ellas y de su impiedad, he determinado sacudir este yugo insoportable y contener el mal gobierno que experimentamos de los jefes que componen estos cuerpos
Aunque la conmiseración no puede alterar los hechos, sí puede contribuir a hacerlos más soportables.
Los cobardes son crueles, el amor y la misericordia sólo acompañan al valiente.
Justicia sin misericordia es crueldad.
La mediocridad es la más feliz de las máscaras que puede usar un espíritu superior, porque el gran número, es decir, los mediocres, no sospechan que en ello haya engaño; y, sin embargo, por esto es por lo que se sirve de esta arma el espíritu superior: para no irritar, y, en casos no raros, por compasión y bondad.
Hasta la petición de mano todos los días nos vimos a la misma hora en el edificio compasión y nos amamos intensamente. De la misma forma que nunca hablábamos de nuestra situación, del hecho de que yo fuera a comprometerme, ni tampoco de qué pasaría con nosotros después, nos manteníamos alejados de cualquier cosa que pudiera recordárnoslo.
La juventud es algo maravilloso, lástima que se desperdicie en los hijos.
Amarte es mi placer, y profundo lastima tu encanto; amarte es mi desdicha, y esta pena lo ha demostrado
Dios detesta el pecado y aborrece a quien lo comete, pero... su bondad y misericordia es sin límites
Confiemos siempre en el poder de la misericordia de Dios. Todos somos pecadores, pero su gracia transforma y renueva nuestra vida.
El único sentido que me queda es el sentido pésame
Aquello fue tan triste y tan negro como una visita de pésame en el Níger, y sólo bajo juramento podía creerse que se trataba de la primera audición de una comedia cómica que justamente un año más tarde, había ya recorrido triunfalmente todos los escenarios de España