La tempestad bendijo mis desvelos marítimos, más liviano que un corcho dancé sobre las olas llamadas eternas arrolladoras de víctimas, ¡diez noches, sin extrañar el ojo idiota de los faros!
La tempestad bendijo mis desvelos marítimos, más liviano que un corcho dancé sobre las olas llamadas eternas arrolladoras de víctimas, ¡diez noches, sin extrañar el ojo idiota de los faros!
Venezuela nunca será colonia norteamericana ni de nadie
Nuestra historia empieza en una colonia aristocrática de cualquier urbe populosa y moderna: México, Nueva York, París...En todas ellas existen familias ricas que gozan de comodidades y lujos. Sin importarles o ignorando que el mismo cielo ampara también a muchos desheredados de la vida y la fortuna.
Quien confíe en sí mismo será el rey del enjambre
En cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nidotodos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor.