Tal vez aprender a manejar la máquina del atrevimiento, para viajar instantáneamente a los límites de la vida inmediata, para fundar de vez en cuando un breve paraíso sin porvenir ni pasado, sin el doble chantaje de la nostalgia y del miedo.
Es exigencia de nuestra mente una cierta quietud. Dios se deja ver en la soledad interior
La expansión del espíritu, la exigencia indestructible de la libertad, de justicia y de verdad, ha destrozado el telón de acero.