Esclavizarse por razón de política vale tanto como someterse por causa de religión: esclavos de una casaca o de una levita da lo mismo que siervo de una sotana o de un hábito.
Todo hombre superior tiende instintivamente a buscar un nido donde estar al abrigo del vulgo, donde poder olvidar la regla hombre para sentirse a si mismo como una excepción.