Saltos y espirales tan puros sin duda recorren eternamente el mundo, y no me quedaré despojada de belleza: el don de tu pequeña vida, tu olor a pasto mojado cuando duermes, azucenas, azucenas que no pueden compararse con tu carne.
He dormido contigo y al despertar tu boca salida de tu sueño me dio el sabor de tierra, de agua marina, de algas, del fondo de tu vida, y recibí tu beso mojado por la aurora como si me llegara del mar que nos rodea.
Al parecer, los holandeses esperaban que presentáramos batalla allí, pero el escenario nos era adverso: nuestros barcos eran de mayor calado que los suyos, y durante la contienda anterior el Charles se había ido a pique en aquellos bancos de arena.
En este mismo instante yo te amo. Amo tu voz, tu amor, tu pelo, y sin embargo no sabría decirte por qué llevo tu rostro calado entre mis huesos...