Los ateos se ríen de ese ser superior al que se rinde culto bajo el nombre de ser supremo y reducen a polvo, una tras otra, todas las pruebas de su existencia, sin notar que ellos mismos obedecen así a su necesidad de un ser superior y que no destruyen al antiguo sino para dejar lugar a otro nuevo.
La principal contradicción entre todo lo moderno y lo antiguo estriba en que los hombres ya no son colocados por razón de su nacimiento en el puesto que les corresponde. Ahora tienen la libertad de aplicar sus capacidades en todas direcciones y en todos los campos.
¿Quiere un canto anticuado y sentimental en el que no creo, y que resulta absurdo en estos días ilustrados y sofisticados? Yo no soy un párroco, mi querida señora, lleno de consoladores tópicos y suaves aforismos. Soy un profesor, un líder, un guía para mi congregación. ¿Acaso espera que la tranquilice con alguna historia evangélica, o que invoque a algún dios tribal?
Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado
La primera mirada por la ventana al despertarse, el viejo libro vuelto a encontrar los rostros entusiasmados nieve, el cambio de las estaciones el periódico, un perro, la dialéctica, bañarse, nadar, música antigua, zapatos cómodos, comprender, música nueva Escribir, plantar, viajar, cantar y ser amable
Para casarte, cuando joven es temprano y cuando viejo es tarde.
Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles.
Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino rancio y un amigo viejo.
...el espíritu cientifico es un espíritu que necesita volar, cansado de comer flores y tirar frutas, decide impartir un nuevo modo obsoleto de pensar... (Gaston Bachelard Volviendo a mi viejo barrio).
En la era industrial el cambio era más lento. Aquello que usted aprendió en la escuela era valioso por un periodo más largo. En la era de la información, lo que usted aprende se vuelve obsoleto muy rápidamente. Lo que usted aprendió es importante, pero no tanto la rapidez con la que puede usted aprender, cambiar y adaptarse a la nueva información.
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna
Esas nueve décimas partes del cerebro sí que son utilizadas. Y una de sus funciones es hacer que lo milagroso parezca corriente y convertir lo desusado en usual.
Las FARC no son un proyecto revolucionario sino conservador y retrógrado