Nada ni nadie puede destruir el pueblo chino. Ellos son sobrevivientes implacables. Es el pueblo civilizado más antiguo de la tierra.
Cada vez que se presenten variantes entre los manuscritos latinos del Nuevo Testamento, debemos remontarnos a los manuscritos griegos; cada vez que haya desacuerdo entre los diversos manuscritos latinos o entre los manuscritos latinos y los manuscritos griegos del antiguo Testamento, debemos pedir la regla de la verdad a la auténtica fuente hebraica
Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino rancio y un amigo viejo.
Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles.
Por la lentitud y el tamaño, era una cucaracha muy vieja. En mi arcaico horror por las cucarachas aprendí a adivinar, aún a la distancia, sus edades y peligros; incluso sin haber encarado nunca realmente a una cucaracha conocía sus procesos de existencia.
¿Acaso no se le condenó a beber una pócima venenosa de hierbas maceradas a aquel conocido anciano de sabiduría divina a quien el oráculo de Delfos proclamó como el más sabio de los mortales, cuando se vio asediado por la envidia y el engaño de una depravada facción, y como corruptor de la juventud? alusión a Sócrates.
Ahora disfrutaba el presente, no deseaba encontrarse en otro sitio. Vivía el presente por completo y transmitía ese gozo a las personas que estaban a su alrededor. El hombre sonrió, igual que el anciano solía sonreír. Ahora sabía. Ahora podía elegir entre ser feliz ese instante o soñar con la felicidad y esperar a que ésta llegara...
A lo largo de la juventud pensamos amar, pero sólo cuando hemos envejecido en compañía de otro conocemos la fuerza del amor.
Durante la juventud creemos amar; pero sólo cuando hemos envejecido en compañía de otro, conocemos la fuerza del amor