Para gozar de placeres intensos, también hemos de soportar intensos dolores. (...) Cuanto más capaces somos de amar a otra persona y gozar de su compañía, mayor debe ser nuestro dolor por su muerte o su separación. Cuanto más se aventura en nuestra experiencia el poder de la conciencia, mayor es el precio que hemos de pagar por su conocimiento.
Para alcanzar el éxito, en cualquier cosa que te propongas, has de pagar un precio