Cada libro es obediencia a una obsesión que buscaba agotarse.
Podrán golpearme, romperme los huesos, matarme, tendrán mi cádaver, pero no mi obediencia
No basta ser bueno: es necesario tambien parecerlo, por acatamiento a la sociedad, por consideración a sí mismo y por respeto a la verdad
Ni el vil acatamiento de la prensa del franquismo se puede comparar con el vasallaje corrupto y de consecuencias tan nefastas para la ciudadanía como el que tienen los medios de comunicación catalanes