Cuando enviamos a nuestros jóvenes y mujeres a la guerra, nosotros tenemos una obligación solemne de no evadir los números ni esconder la verdad sobre porque ellos van, y preocuparnos por sus familias una vez se han ido, tener expectativa del retorno de los soldados, y nunca jamás entrar en guerra sin tener tropas suficientes para vencer la guerra, asegurar la paz, y ganar el respeto del mundo.
Siempre has dicho que no puedes vivir sin música: ¿Quién cantará para ti, quién tocará para ti? Los pájaros, en el jardín; el mar, en torno mío. ¡Escucha! Oye ese maravilloso mezzo-soprano: es la oropéndola. ¿No es más bella su voz que la de nuestra célebre compatriota Cristina Nilson o la de la misma Patti? Oye el solemne andante de las ondas: ¿No es más bello que el de la Novena Sinfonía?
La poesía no es la tempestad, tampoco el ciclón. Es un río majestuoso y fértil.
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna
Si los muralistas tenían una personalidad tan imponente como sería Vasconcelos que había podido reunir a su alrededor intelectuales de primera línea.
A medida que los bioquímicos profundizan en sus descubrimientos sobre la imponente complejidad de la vida, resulta evidente que las probabilidades de un origen accidental son tan pequeñas que deben descartarse por completo. La vida no puede haberse producido por casualidad
La corrupción de lo egregio es la peor de las corrupciones.
Los alguaciles de hoy no son más que la sombra caricaturesca de los alguaciles del tiempo del rey; esa era gente temible y temida, respetable y respetada; formaban uno de los extremos de la formidable cadena judicial que envolvía a todo Río de Janeiro en la época en que los pleitos eran entre nosotros un elemento de vida; el extremo opuesto lo constituían los desembargadores.
Siempre es lamentable que un ser humano llegue a una condición apenas más respetable que la de un animal. Mucho más lamentable es cuando esa persona ha tenido todas las ventajas.
Finalmente se llegó al extremo de introducir todo Aristóteles en el corazón de la teología y de forma tal que su autoridad es casi más venerable que la de Cristo.
Feliz quien puede dormir sin miedo ni remordimiento, en el lecho macizo y venerable de sus padres, donde todos los suyos nacieron y murieron también
Estados Unidos continuará defendiendo el derecho de la gente en todas partes a determinar su propio futuro. Todos los países de las Américas tienen la obligación solemne de proteger ese derecho de autodeterminación
La coquetería no excluye la virtud, así como el exterior grave y solemne no excluye el vicio
Es solo ahora cuando estamos empezando a comprender cuan extraña y espléndida es... cuan imponente es, el objeto más hermoso que flota alrededor del Sol, con la envoltura de su propia burbuja azul de atmósfera, fabricando y respirando su propio oxígeno, fijando su propio nitrógeno desde el aire a su propio suelo, generando sus propias condiciones del tiempo
A medida que los bioquímicos profundizan en sus descubrimientos sobre la imponente complejidad de la vida, resulta evidente que las probabilidades de un origen accidental son tan pequeñas que deben descartarse por completo. La vida no puede haberse producido por casualidad
La corrupción de lo egregio es la peor de las corrupciones.
Siempre es lamentable cuando cualquier ser humano cae en una condición apenas más respetable que la de un animal. ¡Cuánto más lamentable es cuando la persona que cae ha tenido todas las ventajas!
Alguna salvaje capacidad de observación le dijo que la mayoría de la gente respetable tenía muchos libros en su casa
Sin una decisiva fuerza naval no podemos hacer nada definitivo. Y con ella, todo lo honorable y glorioso.
Húmedo le estrechó la mano y, en lugar de la zarpa aplastante que esperaba, sintió el apretón firme de manos de un hombre honorable y contempló la mirada tranquila, honrada y tuerta de Asidor D'Oropel.
Finalmente se llegó al extremo de introducir todo Aristóteles en el corazón de la teología y de forma tal que su autoridad es casi más venerable que la de Cristo.
Feliz quien puede dormir sin miedo ni remordimiento, en el lecho macizo y venerable de sus padres, donde todos los suyos nacieron y murieron también