Todo lo que existe puede concebirse solo, o no puede concebirse solo. No hay término medio, pues las dos proposiciones son contradictorias. Ahora bien, todo lo que podemos concebir solo, sin pensar en algo más, como existiendo independientemente de otra cosa, o sin que la idea que tenemos de ellos represente nada más, es sin duda un ser o una sustancia.
Aprender sin pensar es tiempo perdido; pensar sin aprender es peligroso.
La fe es el término medio entre la ligereza con que alguno precipitadamente cree y la pertinacia en no creer sino en lo que antes se demuestra por la razón.