La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.
Las chicas sin belleza son desgraciadas porque pierden cualquier posibilidad de que las amen. A decir verdad, nadie se burla de ellas ni las trata con crueldad; pero parecen transparentes y nadie las mira al pasar. Todo el mundo se siente molesto en su presencia y prefiere ignorarlas.