Procura no envejecer. Cada año que pasa, más grata se me hace la idea del precipicio. Lo único que me cabe esperar es que me vuelva tan senil que me sienta otra vez como a los veinte años. No me habría importado volver a vivirlos.
El hombre es el animal más enfermizo por ser el más desviado de sus instintos.
Resulta difícil imaginar como de este estado enfermizo puede surgir algo tan vital, ese canto de amor a la vida que son las palabras del Zaratustra.