Soy un efímero y no demasiado descontento ciudadano de una metrópoli creída moderna porque todo gusto conocido ha sido evitado en los mobiliarios y en el exterior de las casas así como en el trazado de la ciudad.
Cien profundas soledades forman juntas la ciudad de Venecia -ésa es su magia. Una imagen para los hombres del futuro.
Se aproxima el día en que todos los pueblos de la tierra habrán adoptado un idioma universal y una escritura común. Cuando se haya logrado esto, a cualquier ciudad que uno viaje, será como llegar a la tierra nativa.