¡Que fuera, sino, del arduo y sereno mandato que impone la vida a los que la comprenden en sus vastos lineamientos, si no hubiera un sereno panorama donde descansar las alas fatigadas del turbulento y recio rodar de las tormentosas adversidades!
Inglaterra, alzada en medio del turbulento océano, muy al norte, visita ahora mis sueños adoptando la forma de un buque inmenso, bien comandado, que dominaba los vientos y navegaba orgulloso sobre las olas.
Todo lo miserable, lo sufre que de sí mismo, lo atormentado por malos sentimientos, el entero mundo-ghetto del alma, ¡de un golpe, encumbrado! — Basta leer a cualquier agitador cristiano, a San Agustín, por ejemplo, para comprender, para oler qué sucia pandilla se encumbró de ese modo.
El secreto del agitador es hacerse tan estúpido como lo son sus oyentes con el objeto de que éstos crean que son tan listos como él.
Amar es un mar alborotado de olas y vientos sin puerto ni ribera
Me subo a la moto y atravieso las calles en donde gente más extraña que tú y que yo se prepara para pasar un sábado divertido, un sábado a la altura de sus expectativas, es decir un sábado triste y que no llegará jamás a encarnarse en lo que fue soñado, planeado con minuciosidad, un sábado como cualquier otro, es decir un sábado peleón y agradecido, bajito de estatura y amable, vicioso y triste.
Señor presidente de México, si usted quiere que lo respeten, respete. ¿Escuchó? Luego no vayan a decir que soy yo el que atropello, que Chávez es el peleón del barrio
El ruido depende del silencio del que procede. Cuanto más absoluto es éste más escandaloso es aquél
Creo que es escandaloso lo poco que les enseñan a los niños en la escuela de evolución