La única ternura inalterable es la que siente el perro hacia su amo. Todavía el hijo suele irritarse contra el padre; todavía el padre suele maldecir a su hijo. Sólo el perro sufre una paliza de su amo, y llora de amor por él.
No soy una luchadora, pero si estoy contra la pared le daré una paliza a cualquiera
El mas fuerte penaliza, pega duro, te hace trizas; nada personal, naturaleza humana
Se abalanza sobre mí y me empuja contra la pared del ascensor. Antes de que me dé cuenta, me sujeta las dos muñecas con una mano, me las levanta por encima de la cabeza y me inmoviliza contra la pared con las caderas. Madre mía. Con la otra mano me agarra del pelo, tira hacia abajo para levantarme la cara y pega sus labios a los míos.
Sin la artesanía, la inspiración es una mera caña sacudida por el viento.