El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.
Entonces construyeron un fuerte aquí y nos delegaron un agente, que nos aconsejó buena conducta. Nos dijo que debíamos vivir en paz con los blancos, y respetar nuestras promesas. Éstas las pusieron en un papel, para que jamás se nos olvidaran