Todo su empeño se concentraba ahora en camuflar su conflicto interior. Debía representar el papel de la anfitriona atenta; departir con todos los presentes; brillar como llama de alegría y gracia.
La inteligencia no es más que saber conversar de unas cosas y otras con los demás, consiguiendo con ello una sabiduría infinita.
Con esta disposición de ánimo, determiné un día refugiarme en la soledad y evitar todo contacto con los hombres. Me dirigí a cierto paraje, no lejos del mar. (...) Me gusta pasar así el rato: puedo conversar conmigo mismo sin estorbo. Para quien ama la meditación no hay parajes tan propios como éstos.
Cuando las deudas no se pagan porque no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar.
En verdad, mi papel como profesor, al enseñar el contenido a o b, no es solamente esforzarme por describir con máxima claridad la sustantividad del contenido para que el alumno lo grabe. Mi papel fundamental, al hablar con claridad sobre el objeto, es incitar al alumno para que él, con los materiales que ofrezco, produzca la comprensión del objeto en lugar de recibirla, integralmente, de mí.