En cada momento convencido de mi inmortalidad y grabando signo por signo en tablas de bronce, con la seguridad de un destino.
Nunca hablo de literatura, porque no sé lo que es, y además estoy convencido de que el mundo sería igual sin ella. En cambio, estoy convencido de que sería completamente distinto si no existiera la policía. Pienso, por tanto, que habría sido más útil a la humanidad si en vez de escritor fuera terrorista.
Cuando oigo decir que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él