... toda la certeza de los profetas estriba en estas tres cosas; 1a en una imaginación viva y precisa; 2a en un signo, 3a y, final y principalmente, en un ánimo inclinado a lo justo y a lo bueno.
Dulce y ardiente, cálido como tu pensamiento, cubriendo con su sombra tu flanco juvenil e inclinado como tus cejas.
... cuanto más culto es un individuo, más capaz es de romper todos los frenos, por lo que el hombre culto es más propenso que el inculto a los placeres del libertinaje.
Mas para que ahora no se ría usted demasiado de mí, añadiré que sé muy bien que soy un alegre pinzón y que, no teniendo una indigestión o algo por el estilo, no soy propenso a la melancolía.
Nuestro sexo es ardiente, pero tímido; por más que cierto encanto nos arrastre hacia el placer, la mujer más proclive a tener aventuras siente dentro de si una voz que le dice: sé hermosa, si puedes; sé honesta, si quieres; pero sé siempre considerada
El movimiento social, directa o indirectamente, es siempre determinado por acción o reacción de la mujer, por impulso visible o invisible de mujer, por influencia buena o mala de mujer
Cada día afirmó más mi idea de que, cuando un determinado hombre se torna un furioso defensor de sí mismo, llega con gran facilidad al sentido humano de la vida.
Estoy convencido que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.
Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos.
Existe algunos momentos y ocasiones extrañas en este complejo y difícil asunto que llamamos vida, en que el hombre toma el universo entero por una broma pesada, aunque no pueda ver en ella gracia alguna y esté totalmente persuadido de que la broma corre a expensas suya
No significa que Copérnico no haya prestado atención a los pasajes de la Sagrada Escritura, pero una vez así demostrada su doctrina, estaba por cierto persuadido de que en modo alguno podía hallarse en contradicción con las Escrituras, que se las comprendiera correctamente
El amor toma rehenes. Se cuela dentro de ti. Te come por dentro y te deja llorando en la oscuridad, de tal manera que una frase tan simple como quizá deberíamos ser sólo amigos o qué receptivo se convierte en una esquirla de cristal abriéndose paso hasta nuestro corazón.
La música es una mujer. La naturaleza de la mujer es el amor, pero este amor es receptivo y se entrega incondicionalmente en la percepción.