La ciudad pensara entonces que no somos un visitante como cualquier otro. Y abrirá las puertas de lo invisible que sustraía a las otras miradas
Hoy, juro por mi hijo que he ido a celebrar el gol con él, que está siempre detrás del equipo visitante (aquel día, el Villarreal). Espero que cuando uno jura por su hijo, como mínimo le crean. Soy un padre loco por sus hijos y no jugaría más si no fuera verdad